Blade Runner 2049

Tras el estreno de Blade Runner muchos fueron los rumores sobre su continuación, tan esperada desde ese momento como, sobre todo, posteriormente cuando la película de Ridley Scott se alzó a los altares del cine de ficción gracias a la cantidad de innovaciones que se observaban en la obra. Este SciFi ha seguido evolucionando en cuanto a la tecnología, sin embargo no se ha visto un avance tan grande como el conjunto de Blade Runner, donde abarcaba una innovación en absolutamente todo el conjunto: historia, técnica y tecnología. Tras todo este tiempo, un director llamado Denis Villeneuve decide coger ese globo sonda y se atreve con un proyecto que, ya de base, va a recibir multitud de críticas simplemente por el hecho de querer dar una continuación a una obra mitificada. Realmente, en el mercado actual, pocos directores hay capaces de embarcarse en un proyecto de este nivel, y tampoco se me ocurre un potenciador de la imagen mejor para esta Blade Runner 2049.

Treinta años después de la historia original, K es un Blade Runner que se encarga de eliminar la hornada original de Blade Runners que continúan escondiéndose a lo largo de la tierra. En uno de sus viajes descubre un secreto que cambiará los pensamientos de la humanidad sobre los replicantes y podría causar una verdadera guerra mundial entre ellos y los humanos. Hablando de esta secuela futurista, es muy importante visionar la película sin conocer absolutamente nada de la historia, y es de agradecer que el equipo de Warner Bros haya decidido realizar un tráiler bastante indescriptible pues nunca se observa nada importante de la historia, simplemente se manifiesta una sucesión de imágenes y comentarios que aportan pero no te destripan el hilo. Por lo que esta crítica va a centrarse únicamente en la película y su desarrollo, sin contar nada pues es de vital importancia no conocer nada.

Antes de todo debe quedar claro que Blade Runner 2049 mantiene la esencia de la original, es una película muy contemplativa, pausada y con una evolución lenta de la historia. El espectador debe estar centrado y calmado en todo momento y analizar todos los sucesos, ninguno se encuentra al azar, todos aportan información que posteriormente encajará el complejo puzzle que Villeneuve pone sobre la mesa. La primera escena es simplemente una belleza que tanto tiempo esperábamos ver los que amamos la película original, un regreso al pasado y una emoción que crece en tu cuerpo pues estás viendo plasmada esa música y esa técnica que tan particularmente mostraba Scott. Esta fotografía es constante, al igual que la recreación de la ciudad sobrecargada de luces, sonidos y muchísimo ruido. No podía faltar la lluvia, la oscuridad, el vaho y el acompañamiento de tantos paseantes y secundarios que simplemente cargan la escena de tantísima afluencia en una ciudad a la que le sobra gente y le falta espacio. K, interpretado por un comedido Ryan Gosling, observa como algo es extraño en ese trabajo para el que ha sido programado, y no duda en comunicarlo a su superior. Sin embargo, de forma paralela, él decide investigar qué ocurre y es cuando se encuentra con la organización que “fabrica” los replicantes.

No es necesario un guion cargado de diálogos ni una historia enrevesada para mantener atrapada a la gente, de hecho tampoco lo tenía la original. ¿Cuál es su punto fuerte? Muy sencillo, la filosofía, el mensaje y los pensamientos que rondan la cabeza. Blade Runner 2049 sienta las bases sobre una humanidad plagada de replicantes donde son prácticamente imposibles de diferenciar, y solo una cosa los diferencia. K entra en un bucle filosófico de reflexión, percibe como, en caso de que su descubrimiento salte al mundo, toda la humanidad se cerraría y se produciría una masacre nunca vista. ¿Realmente están preparados para una verdad tan dura? Y ahí entra el juego del conocimiento, la gente vive inmersa en el desconocimiento de gran cantidad de cosas que, si descubren, se produciría un colapso. Multitud de veces hay que dejar de lado la verdad para vivir en armonía, o simplemente el no desvelar secretos. Dentro de esa grandilocuencia, K va en busca de Deckard para que le ayude a descifrar sus pensamientos. La aparición de Harrison Ford es algo herrada, vive desganado en la vida y es demasiado utilizado para lo que puede dar. Se entiende el cameo, era necesaria su aparición y su aporte, pero más de media hora de su cara tampoco es necesario ya que además no consigue aportar nada.

El entramado secundario está encomendado por Ana de Armas, un personaje digital excelentemente aprovechado aun a contra de los prejuicios que había levantado la aparición de esta actriz en la película. Sus apariciones son más que necesarias, demuestran que los replicantes no son simple programación para cumplir objetivos, tienen unos sentimientos más que cercanos a los humanos y, de hecho, superiores en infinidad de momentos. Jared Leto encarna al líder de la empresa fabricante de replicantes, en busca de conocer ese secreto que K descubrió y, para ello, es capaz de absolutamente todo. Un papel residual que, aun así, en los momentos que aparece aporta esa maldad requerida, aunque ni por asomo se parece a ese Roy Batty que se comía la pantalla en la original. Aparte de todos estos, los cameos de la original se encuentran parcialmente ocultos, dejando pistas en forma de papiroflexia y manualidades que, a los que tanto gusta la original, hará sus delicias.

Así pues, Blade Runner 2049 tiene todo para que un amante del cine lo disfrute, y todo para que un verdadero fan de ese universo futurista recoja esa nostalgia que desprende la original cada vez que se ve. La imagen y el sonido son prácticamente perfectos, si acaso de la banda sonora hay que destacar un punto negativo, y es que poco a poco se deja llevar y resulta algo repetitiva e innecesaria. Independientemente de esto, tres horas de puro amor por el cine que, si va a seguir realizándose así, que hagan todas las secuelas que quieran pues disfrutaremos muchísimo.

Calificación: 9/10

 
 

Título original: Blade Runner 2049

Año: 2017

Duración: 163 min.

País: Estados Unidos

Director: Denis Villeneuve

Guión: Hampton Fancher, Michael Green (Historia: Hampton Fancher. Personajes: Philip K. Dick)

Música: Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch

Fotografía: Roger Deakins

Reparto: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Jared Leto, Sylvia Hoeks,Robin Wright, Mackenzie Davis, Carla Juri, Lennie James, Dave Bautista,Barkhad Abdi, David Dastmalchian, Hiam Abbass, Edward James Olmos

Productora: Warner Bros. Pictures / Scott Free Productions / Thunderbird Films / Alcon Entertainment

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