Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia
Que Zack Snyder ama los cómics es algo que salta a la vista. Sólo tenemos que echar un vistazo a su filmografía, repleta de adaptaciones de obra procedentes del noveno arte así como varios elementos de la única película anteriormente escrita por él, Sucker Punch. Que Zack Snyder entiende las verdaderas motivaciones de sus superhéroes o que pretende retratarlos calcados del medio donde proceden es algo muy distinto, aunque pueda confundirnos. Warner Bros. / DC cómics ha visto asediado su imperio de superhéroes cinematográficos sin darse cuenta, corría el año 2008 cuando El Caballero Oscuro (The Dark Knight, Christopher Nolan) se apoderaba del público, la taquilla y la crítica a la vez mientras Marvel Studios asomaba tímidamente la cabeza con su pequeña, en comparación, Iron Man (2008, Jon Favreau). Sin embargo, Marvel tenía puestos sus ojos en el futuro, y a ritmo de dos filmes por año, desembocaron su trama río en la espectacular Los Vengadores (2012, Joss Whedon), de repente el mundo había cambiado las tornas y todo el mundo estaba enganchado a la droga del universo compartido que Stan Lee y los suyos habían creado en los cómics casi cuarenta años antes, y allí, desgraciadamente, no quedaba sitio para los primeros superhéroes de la historia, en ese mismo instante una sensación de urgencia inundó las oficinas de la Warner. Ellos también querían su parte del pastel y tenían los medios suficientes para lanzarse a la piscina, sin embargo quizá no tenían en Zack Snyder un cerebro capaz de orquestarlo todo de la manera en que Kevin Feige ha hecho con Marvel.
Entonces llegó 2013 y Warner puso el primer ladrillo de su particular multiverso con El Hombre de Acero (Zack Snyder), pero este Superman no era el que habíamos visto anteriormente, la colorida Metropolis era ahora un sitio gris, duro y nada complaciente con este extraterrestre acogido desde su infancia lleno de buenas intenciones, amparado en el ala creativa de la visión superheroica de Nolan, veíamos con horror como El último hijo de Krypton culminaba sus peripecias asesinando y rompiendo el cuello al último de sus compatriotas, sin duda alguna, este Superman trágico y atormentado por el dilema sobre el poder pasaría factura a la futura evolución del resto de su universo. La encrucijada en la que pone Zod a nuestro héroe también significaba una encrucijada para la manera de plasmar todos los héroes de DC cómics, porque, ¿qué clase de Batman puede parecer un tipo duro al lado de un ser omnipotente que se manchó las manos de sangre en su primera intervención pública?
La insospechada consecuencia de que el Superman de El Hombre de Acero no fuera el Superman de siempre, fue, le pese a quien le pese y sin ningún lugar a dudas, que el Batman de esta Batman v. Superman tampoco sea el Batman de siempre, y si a eso le añadimos que tampoco se ha mostrado nunca en un contexto tan cáustico, duro y pesimista, tenemos al hombre murciélago más agresivo, extremista, atormentado y radical que se ha visto nunca, tanto en cómics como en cine. Sobre todo teniendo en cuenta la manera que en esta película se usa un personaje para definir al otro.
Todo esto dicho anteriormente se choca con un Lex Luthor que, como una ficha de dominó también se ha visto afectado por el universo donde ha sido colocado, y éste genio particular, histriónico y acomplejado por el poder del que hablábamos antes, también se muestra cruel e implacable, aunque por desgracia no se vea a simple vista es el eje de la película, y en las primeras escenas extendidas que se están viendo en internet toma mayor importancia aún.
Así que recapitulemos, tenemos todo un universo en ciernes y con prisas por desplegarse ante nosotros, y en mitad de él a los dos superhéroes más famosos de la historia extremados y difíciles de reconocer, ¿nos vamos situando? Bien, ahora vayamos lo narrado en la película, que también es toda una quimera. Se nos presenta a Gotham bajo la “opresiva protección” de un hombre encapuchado que no duda en reventar a puñetazos y luego marcar como a reses a los criminales, mientras, Bruce Wayne investiga a un tipo conocido como Ruso Blanco y se nos presentan varios personajes nuevos, Superman hace acto de presencia para bajar los humos a Batman que ni corto ni perezoso busca la manera más brutal y rápida de destruirle, la atmosfera áspera y pesimista cala en estos estos superhéroes y el mundo quiere ver destruido al Hombre de Acero, que a estas alturas consigue que nos compadezcamos de él, en lugar de inspirarnos. ¿Os parece demasiado? Pues no, porque hay más, y Lex Luthor tiene un plan para que TODO lo citado salte por los aires…
Ahora si que sí, aunque nos ha costado ya lo podemos decir, ¡bienvenidos al sórdido y violento Universo DC Cinematográfico!
El combinado final de todo es una película muy ambiciosa y madura a su manera, Snyder consigue transmitirnos su amor por el género y varias delicatesen de su propio repertorio de poética visual, sin embargo un guion que no define ni concreta todo lo que debería hace que en varias escenas se cometan los mismos errores que en la entrega anterior y se produzcan esos incómodos saltos de un emplazamiento a otro o acciones que se llevan a cabo mas para conveniencia de la trama que desencadenados por ésta, pivotando sobre dos personajes endiosados como Batman y Superman con los que es prácticamente imposible empatizar y que son usados constantemente para proyectar una densa carga judeocristiana.
Por si fuera poco, vamos a sumarle al tratamiento de todo lo expuesto anteriormente a Wonder Woman, toda la Liga de la Justicia y varios vistazos a futuros por llegar y evitar, escenas espectaculares de acción y un importante sector del público conocedor de los cómics más exigente que nunca a los que ha dividido por completo. En estos momentos esta franquicia es una bomba con pinta de explotar, no estoy muy seguro de si para bien o para mal, en cualquier momento.
Sin embargo y en honor a la verdad no podemos obviar que Batman v. Superman tiene una banda sonora acojonante, visualmente es una pasada y nadie que conozca a Superman desde niño va a poder evitar emocionarse, además algunas partes provocan erecciones en las febriles mentes de aquellos que pasan más tiempo entre viñetas (o con los videojuegos) que en cualquier otra cosa de su vida. Si, se deja muchas cosas por el camino, el montaje es una auténtica locura y la cinta pasa por delante de nuestros ojos como la vida misma, sin darnos tiempo a respirar, además, por culpa de su ambición, y al igual que ya ocurrió con Vengadores: La era de Ultrón, ha sufrido los tan temidos tijeretazos por parte de su propios creadores, por lo que en el cine no hemos visto más que una versión cercenada de cómo fue concebida.
¿Es una película fallida y excesiva? Sí. ¿Carece de todo valor? No.
Por el momento, y por desgracia para él, el Universo Cinematográfico DC es mucho más «exclusivo» e inaccesible que el de Marvel, y además ha conseguido crear toda una legión de detractores que, aunque quizá propician su éxito en taquilla mejor aun que sus defensores, pone en duda el más que seguro futuro de la franquicia.
Calificación: 6/10
Título original: Batman v. Superman: Dawn of Justice
Año: 2016
Duración: 153 min.
País: Estados Unidos
Director: Zack Snyder
Guion: David S. Goyer, Chris Terrio (Historia: David S. Goyer, Zack Snyder)
Música: Hans Zimmer, Junkie XL
Fotografía: Larry Fong
Reparto: Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Diane Lane,Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy, Callan Mulvey,Tao Okamoto, Brandon Spink, Lauren Cohan, Michael Shannon, Hugh Maguire,Jason Momoa, Ezra Miller, Ray Fisher
Productora: Warner Bros. Pictures / DC Entertainment / Dune Entertainment