Babadook
Si vas a hacer cine de terror, es de esperar que al menos transmitas con tu piezas cierta dosis de sustos y nerviosismo al personal; esa es tu misión fundamental, digamos que tu objetivo primordial. Si no eres capaz de dar eso por muy buena que sea tu idea o tu realización, el resultado final podría llegar a ser algo imperfecto y difuso, una muestra incompleta e inefectiva totalmente. Esos son los pros y los contras de centrar tu visión en un género tan clásico, asentado y masificado; que por mucho que intentes innovar debes de hacerlo teniendo el miedo como núcleo fundamental ya sea explorando lo macabro o potenciando lo psicológico, quedarse en medio es adentrarse en lo insustancial y vago: no posicionarse al fin y al cabo.
Posiblemente eso es lo peor que puede ocurrirte cuando haces una película; que intentes darle identidad propia pero que finalmente todo se quede en intento, que por darle un toque propio a tu producto te quedes a medias. Eso es lo que justamente ocurre con Babadook, primera película de la australiana Jennifer Kent (Monster (C), 2005), una muestra más de que el cine de terror visto desde un foco primerizo puede resultar algo confuso/difuso y demasiado simple, un buen intento de crear algo inquietante pero con demasiado poco gas. Una película atractiva en su estética (hecha por y para eso), pero con un contenido del todo cuestionable.
Con una puesta en escena más que correcta, unas interpretaciones suficientes sin más (demasiado forzadas en algunas ocasiones) y una historia similar a las vistas con anterioridad en el género; Babadook es de esos filmes distintos, pero nada alejados del amplío saco de películas del montón que pueblan esta parcela del séptimo arte en cuanto a niveles de calidad y despliegue. Aquí todo se basa en el temor a lo desconocido y en el proceso ascendente hacía la locura de dos personas (madre e hijo) que son arrastradas hacía la oscuridad utilizando como vehículo principal la figura de The Babadook, un personaje ficticio (o no tanto) aparecido en uno de los cuentos del niño. Un descenso hacía los umbrales de lo primario, usando el miedo como excusa y fin. Algo ya visto en otras producciones como El quimérico inquilino–Repulsión-La semilla del diablo (Roman Polanski, 1976-1965-1968) pasando por la gran obra maestra Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) hasta los días de hoy con las apabullantes Caché o Funny Games (Michel Haneke, 2005-1997); muestras psicológicas aplastantes que logran transmitir miedo sin fuegos artificiales, explorando las sensaciones contradictorias del individuo, su lado más primario y bestial.
Aburrida, insustancial y tosca. Con esos 3 adjetivos podría describirse la propuesta, 3 características que hacen que se aleje de las obras anteriormente citadas; atributos que hacen que naufrague hacía los mares de lo mundano, de lo simple. Si has visto terror de verdad, Babadook no es más que una horror movie de la sobremesa de Antena 3 o Telecinco, la versión oscura (y en modo resumen) de Donde viven los monstruos, un episodio especial de Pesadillas; una muestra excesivamente larga y con menos contenido que un paquete de Matutano. Su principal error radica en no saber en ningún momento mantener la línea ascendente en esa transmisión de sensaciones, haciendo que la trama se estanque en una balsa de aceite repleta de agujeros de guion y sin sentidos debido, principalmente, a la excesiva torpeza en su narración. Nada te hace alejarte del puro aburrimiento, no hay nada que logre engancharte a la historia principal y menos a las sensaciones experimentadas por los protagonistas, llegando sinceramente a soplártela todo lo respectivo a ellos y al desarrollo en los acontecimientos. Deseando que termine todo te adentras en el peligroso capítulo del bostezo hasta que todo termina, con un último tercio poco efectivo y menos agradecido hacía el usuario, profundamente castigado ya por lo mostrado a lo largo del visionado de la cinta.
La pieza de Jennifer Kent es una obra con buenas intenciones pero totalmente inflada en su apariencia. Una de esas películas con pintaza excepcional, pero que cuando la sientes realmente en tus carnes, hace que te decepciones más que un niño sin navidad. Si eres de los puristas de este género, totalmente fiel a lo que supone el terror, no creo que aspire todas tus aspiraciones como película de supuesta referencia en este 2014. Para el resto puede que sea más accesible, pudiendo dejar de lado ese tufo a artificial y simple que rezuma por los 4 costados.
¿Era realmente necesario despertar a The Babadook para esto? Dejo la pregunta en el aire.
Calificación: 4/10
Año: 2014
Duración: 95 min.
País: Australia
Director: Jennifer Kent
Guión: Jennifer Kent
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Radek Ladzcuk
Reparto: Essie Davis, Noah Wiseman, Daniel Henshall, Hayley McElhinney, Barbara West,Ben Winspear, Tiffany Lyndall-Knight, Tim Purcell, Benjamin Winspear, Cathy Adamek, Carmel Johnson, Adam Morgan, Craig Behenna, Michael Gilmour,Michelle Nightingale, Stephen Sheehan
Productora: Entertainment One / Causeway Films / Smoking Gun Productions