Aprendiendo a vivir

Las relaciones entre profesores y alumnos han servido a cineastas de todo el mundo de material para sus películas, originando ilustres obras para la historia del cine como Rebelión en las aulas (James Clavell, 1967) El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989), El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997), las europeas La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999), Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004), La clase (Laurent Cantet, 2008) o las más recientes El profesor (Tony Kaye, 2011) y El taller de escritura (Laurent Cantet, 2017). En su primer largometraje, el director israelí Matan Yair apuesta por este «subgénero cinematográfico» para exponer asuntos complejos como los vínculos existentes entre padre e hijos, la vigencia de las humanidades o la figura del educador en los convulsos tiempos actuales.

Asher, joven judío de padres separados que compagina sus estudios con el trabajo en la construcción por órdenes de su progenitor, queda fascinado por la dedicación que su profesor de literatura tiene con él y sus compañeros, lo que le impulsa a esforzarse para poder lograr el aprobado en los exámenes finales. Pero la complicada situación familiar por la que atraviesa y su irascible temperamento -que le conduce a ocasionar disputas constantemente- le harán el camino bastante más difícil. Un personaje que simboliza las dudas y la lucha de la sociedad israelí para desprenderse de tradiciones que obstaculizan su desarrollo como comunidad democrática y así abrazar un futuro con más oportunidades e igualdad para todos. Yair filma a sus protagonistas con abundantes primeros planos, como invitando al espectador a escudriñar los pensamientos y las motivaciones de estos, y con una cámara siempre en movimiento, contagiada del nervio y la ira del personaje principal. Con una narración demasiado convencional, Aprendiendo a vivir cimienta su andamiaje en la ya vista trama de entregado profesor que se desvive por convertir a conflictivos alumnos en ciudadanos con valores y amor por el conocimiento, pero el filme de Yair cobra más fuerza cuando se vuelve existencialista y focaliza su discurso en torno a la «figura paterna», a la madurez como persona y al sentido del hombre en el mundo.

Calificación: 6/10

 
 

Título original: Pigumim (Scaffolding)

Año: 2017

Duración: 94 min.

País: Israel

Director: Matan Yair

Guion: Matan Yair

Música: Yishai Adar

Fotografía: Bartosz Bieniek

Reparto: Keren Berger, Jacob Cohen, Asher Lax

Productora: Green Productions / Film Produkcja

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