Aloha
Woody Allen es único. Nadie es capaz de sacar de tan poco tanta calidad, y eso puede verse en sus últimos estrenos, que parecen lo más simple del mundo (véase Magia a la luz de la luna) pero siempre esconde algo, esa chispa con un humor diferenciado del resto y que te permite entrar mucho en sus trabajos. Puede resultar poco convincente, copiado de otras obras o simplemente aburrida, pero ni mucho menos se obtiene un resultado final amargo. La unicidad implica que solo hay uno, por tanto Cameron Crowe no entra en ese rango. Plagiando los mismos recursos ha obrado Aloha, incluyendo además una de las actrices del último trabajo estreno de Allen, pero el resultado no podía ser más simple. Es vacía, insulsa, insustancial y enredada. Es una película tonta, sin ton ni son, donde las piezas van cayendo sin dejar un regusto agradable.
Brian (Bradley Cooper) es un empleado del ministerio de defensa que supervisa un lanzamiento espacial desde Hawai, liderado por Allison (Emma Stone). Además allí se reencontrará con su ex novia Tracy (Rachel McAdams), casada y con dos hijos. Se creará una especie de triángulo amoroso con delirios de grandeza donde siempre domina el buen rollo, pues es lo que intenta Crowe transmitir, pero no deja de ser contraproducente para cuando llegado un momento introduce un dramatismo forzado e irreal, solo respaldado por el pasable trabajo del equipo actoral. Los conflictos entre Brian y Tracy van saliendo a flote según avanza la optimista película, y Allison no dudará en estar en medio para distanciar a la pareja pues, desde el segundo uno, se sabe que va a acabar con Brian. Y con una serie de idas y venidas se acabará la película, dudando de si lo visto es bueno o malo, porque todavía no queda claro.
La confirmación de que un enorme reparto no es garantía de éxito ya se pudo ver en Movie 43, y aquí vuelve a reafirmarse. Por mucho Bradley Cooper, Emma Stone y Bill Murray (por citar algunos) que pongas, si no cuajas una base argumental buena todo se enfanga en mierda. Cameron Crowe realiza una amalgama del buen rollo de Un lugar para soñar, una película curiosa aunque bastante normalita, y la nula credibilidad de Vainilla Sky, uno de los grandes esperpentos del cine estadounidense, para sacar a la palestra un aburridísimo trabajo en el que se puede decir, con todas las palabras, que no pasa absolutamente nada. Destacaré que no es una obra insultante (como si lo fuera el remake de la gran película de Amenábar), pero tanto posee nada más allá de resultar inofensiva. No es una de esos trabajos que se pueden exhibir en una tortura.
Calificación: 3/10
Año: 2015
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Cameron Crowe
Guion: Cameron Crowe
Música: Jonsi & Álex
Fotografía: Eric Gautier
Reparto: Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Bill Murray, John Krasinski,Danny McBride, Alec Baldwin, Jay Baruchel, Edi Gathegi, Ivana Milicevic, Michael Chernus, Yousuf Azami, Sugar Lyn Beard, Bill Camp, Robin Gutierrez
Productora: Columbia Pictures / Twentieth Century Fox Film Corporation / Regency Enterprises