7 Años
La aventura de Netflix en el cine acaba de empezar. Cada mes nos presenta nuevos proyectos tremendamente interesantes, bien en forma de documental, serie o película, pero siempre alguno de ellos resulta ser muy impactante. El contenido propio es diverso, es cierto que algunas producciones dejan mucho que desear, pero muchas de ellas son muy recomendables. A España llegó hace apenas un año, y se ha presentado su primera película española: 7 Años, con estreno en exclusiva en su plataforma y sin recorrido por cines. El director elegido ha sido Roger Gual, con cierta trayectoria y cuya primera película, Smoking Room, sorprendió a crítica y público. En este caso repite esencia, la historia transcurre entre 4 paredes, sin embargo la ambición es superior para intentar llegar a mucho más público.
Cuatro socios de una empresa tecnológica se enfrentan a una pena de 7 años de cárcel por evasión de impuestos. La pena es inevitable, sin embargo existe una posibilidad para que únicamente uno de ellos vaya a la cárcel y libre al resto, con lo cual contratan a un mediador para que les ayude a elegir a quién echar la culpa. Un elenco de cinco actores igualmente protagonistas, una habitación grande que se irá haciendo claustrofóbica, un desencadenante que liberará los peores pensamientos de los implicados, una lucha intensa que desemboca en cierta violencia y… ochenta minutos de pura tensión. Existe mucho paralelismo de El método (Marcelo Piñeyro, 2005), debido a que todo transcurre en un mismo escenario, y también se le encuentra parte del horror de La habitación de Fermat (Luis Piedrahita, 2007), aunque en lugar de pistas y enigmas hay historias pasadas y traiciones que salen a la luz. El desarrollo no es para nada lento, de hecho a ratos se acelera en demasía, y nunca llega a aburrir. El final tal vez sea más discutible, aunque deja un buen sabor de boca al pensar en cómo transcurrirá todo a partir de ahí, lo cual deja abierta parte de la historia y te incita a una reflexión.
El director acierta al no posicionarse. Deja evolucionar los argumentos de cada uno, cada espectador tendrá su decisión, la cual no será igual al resto. También poseen personalidades muy diversas, te enseñan quién empezó el quebrantamiento de la ley, quién fundó la idea de la empresa, quién la mantiene, quién parece ser el líder. No se olvidan de los trapos sucios y, como es normal, todos tienen para todos, nadie quiere ir a la cárcel y lucharán hasta el final. La tensión es latente, los tiempos están muy bien medidos (quitando algún que otro acelerón). Este Ángel exterminador acaba explotando y hay un momento donde se llega a las manos, y es cortado de cuajo por el mediador, donde con una sutil inteligencia enseña que el debate verbal es sano, sin embargo nunca se puede pasar la línea de la violencia. Tampoco se le olvida el mentar los insultos, cada vez que aparece uno salta… El mediador resulta ser casi un profesor, que les orienta a una conclusión, sin tomar parte, y les inculca una educación.
Robert Gual consigue una obra trabajada, con pocos recursos técnicos pero de extrema efectividad. El guión es la base, la cámara, fotografía y música son utilizados pero no quieren quitar importancia a los diálogos, por ello se dedican a cuadrarnos lo importante y olvidarse de florituras. Esto unido a unas magníficas actuaciones hacen de 7 Años una notable película de la que lo único punible es estos acelerones por dejar cerrado todo. No me creo las palabras que voy a decir, pero creo que le faltan 5 minutos para cerrarlo mejor. No lo tengan en cuenta, pocas veces pido yo más duración, precisamente porque lo que sobra de la mayoría de películas es metraje superficial, de relleno y vacío.
Calificación: 7/10
Año: 2016
Duración: 76 min.
País: España
Director: Roger Gual
Guión: José Cabeza, Julia Fontana
Música: Federico Jusid
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Alex Brendemühl, Paco León, Juana Acosta, Juan Pablo Raba, Manuel Morón
Productora: Netflix España / Cactus Flower Producciones / Metronome Musica de Peliculas