2 tontos todavía más tontos

dos_tontos_todavia_mas_tontos_MC2Todavía recuerdo la adolescencia como un compendio de momentos felices, como un conjunto de pequeños instantes que influyeron en mi carácter, y que forjaron poco a poco la personalidad que tengo hoy en día. Determinados puntos de inflexión que me marcaron, que me hicieron ganar puntos de vida en momentos duros e insatisfactorios y que me completaron como ser. Así fue como descubrí el cine y su grandeza. Una herramienta mágica perfecta para paliar la soledad transitoria del adolescente inexperto, perdido y desenfocado. Un libro en blanco para poder dibujar libremente parajes inhóspitos repletos de aventuras, de héroes y villanos, de lloros y risas; fantasías teñidas de sentimientos encontrados y por encontrar. En épocas de soledad, el cine y el videoclub se convirtieron poco a poco en mi patio de recreo. En épocas de soledad, ver películas me salvó el culo. Y aún lo sigue haciendo.

Resulta complicado poder elegir la película de mi vida. De entre tantos visionados y horas delante de la pantalla, existen muchas que marcan y que se quedan ancladas en la memoria por siempre. Piezas que, puede que no destaquen por tener una calidad suprema, pero que consiguen transportarte a un terreno donde dejas atrás los marrones por siempre jamás, aislando a las preocupaciones en un búnker de magia. Propuestas en las que lo realmente prima son las sensaciones; donde vuelves a sentir ese cosquilleo, esas emociones primarias del chaval que busca la diversión por encima de todo, importándote más bien poco el guion y/o la propia realización, dejando en un segundo plano la apariencia en detrimento del corazón. Es como si no pasaran los años por ellas (está claro que por ti sí), como si el paso del tiempo las transformara en obras añejas, en p*tos mitos vivientes brutales, en experiencias geniales con patas. Es imposible quedarse sólo con una. Benditos 80 y 90. Dios esté con ellos siempre.

De vez en cuando, es necesario volver a las raíces. Volver a sentirte muchacho y alejarte del mundanal ruido complejo que emana el cine actual por sus poros. Es necesario volver al pasado. Agenciemos el Delorean de nuestra memoria y volvamos a ser chavales una vez más. Toca ponerse el esmoquin naranja y volver a los noventa. Cortarse el pelo en modo escupidera, vender las pertenencias que nos queden (aunque sólo sea un terrario con lombrices) y sumergirse en una aventura vital y absurda a parte iguales. Cambia tu furgona de perro pastor por una mini moto, deja una nota aclaratoria al «Señor del gas» y engancha la carretera a Aspen. Vuelven los tíos más tontos, aún más colgados si cabe, en una nueva aventura rematadamente bizarra y extraordinaria 20 años después. ¿Te acuerdas de Lloyd y Harry? Como para olvidarse tíos. Homenaje con mayúsculas a la comedia de siempre. Se cierra el círculo al fin: 2 tontos todavía más tontos.

dos_tontos_todavia_mas_tontos_MC1Mismos personajes, historia similar, peripecias en modo extremo. En esta ocasión la historia se centra en la época actual, 20 años después del final de la primera (bus y bikinis, acordaos). Lloyd y Harry siguen siendo uña y carne, siguen manteniendo esa relación extraordinaria/primaria que los unía en el pasado; pero algo ha cambiado. Harry descubre que tiene una hija y, además, le diagnostican un problema de riñón necesitando un trasplante inmediato. Nuestros amigos deberán de aunar fuerzas para conseguir encontrar a la hija perdida e intentar convencerla para la donación. De ahí parte todo, ese es el núcleo de la trama, la excusa perfecta para volver a meter al dúo de chalados en situaciones disparatadas, irreales e impredecibles en la búsqueda no sólo del riñón perdido, sino de sus propias raíces. Amistad, valor y corazón con una BSO de carcajadas; en eso se resume todo.

Utilizando las mismas estructuras que su antecesora (la segunda parte jamás existió), los Farrelly (Algo pasa con Mary, 1998) consiguen hilar coña tras coña consiguiendo no dar tregua al espectador en ningún momento. Uno se siente extasiado ante tanto chiste fácil, pedorreta, mueca y/o tontería de turno no dando lugar al aburrimiento, consiguiendo justamente lo que se propone: continuar con el legado perdido y ser una digna sucesora de la primera parte. Jim Carrey (El show de Truman, 1998) y Jeff Daniels (Deuda de sangre, 2002) vuelven a ser más que efectivos en su trabajo, mostrando un nivel de implicación mutua y un desempeño digno de elogio. Hacía dos décadas que no trabajaban juntos, pero aún existe chispa entre ellos. Consiguen complementarse perfectamente, volviendo a crear magia en cada enredo y en cada gesto. Resultan frescos de nuevo. Logran repetir y aprobar. Por mucho que las situaciones sean calcadas respecto a la película original, que algunas situaciones puedan resultar algo forzadas y que los sketches sean a menudo repetitivos, teniendo a esto 2 cómicos cómo última balas en la recámara, el riesgo desaparece en la bruma. No importa la anarquía mostrada en su estructura o lo pobre que sea su guión (servilleta y boli); aquí el fin último es entretener sin complicarse, hacer que el espectador se escape de los problemas y se sumerja de nuevo en el genial mundo de lo rematadamente absurdo. En un planeta de gilipolleces repleto de seres geniales y sencillos, para los cuales cada día es una aventura nueva, un nuevo estadio para experimentar bizarradas varías, un sitio donde volver a ser niños. Así es como se vive chavales, preocupándote lo justo y disfrutando todo lo que puedas. No hay nada más importante que la risa tíos .Nada.

Si eres gafapasta y le das más importancia al ensayo que a la diversión, aquí lo único que encontrarás son cuescos & friends; humor reservado sólo para los dinosaurios noventeros, yonkis de los Phyton, adoradores de Jim Abrahams (Hot Shots!, 1991) o los Zucker (Aterriza como puedas, 1980) y entusiastas de Agárralo como puedas(David Zucker, 1988). Si eres de estos últimos, 2 tontos muy tontos es algo así como un pasaje hacía el humor más añejo/absurdo/desmelenado/ tremendo, un revival. Hoy es de esos días en el que sobra complejidad cerebral y faltan snacks varios. Sin más, disfruten del show.

Calificación: 6/10

 
 

 dos_tontos_todavia_mas_tontos_cartelTítulo original: Dumb and Dumber To

Año: 2014

Duración: 109 min.

País: Estados Unidos

Director: Peter Farrelly, Bobby Farrelly

Guión: Sean Anders, John Morris, Mike Cerrone, Bennett Yellin

Música: Empire of the Sun

Fotografía: Matthew F. Leonetti

Reparto: Jim Carrey, Jeff Daniels, Kathleen Turner, Laurie Holden, Rob Riggle, Rachel Melvin, Cam Neely, Paul Blackthorne, Lauren Henneberg, Bill Murray, Erika Bierman

Productora: Conundrum Entertainment / New Line Cinema / Warner Bros. Pictures

 

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