18º Festival de Málaga Cine Español: Días 1 y 2 (Crónica)

Asier Etxeandía y Silvia Abascal durante el transcurso de la gala inaugural.
Asier Etxeandía y Silvia Abascal durante el transcurso de la gala inaugural. (Foto facilitada por la web oficial del festival)

Los cinéfilos estamos de enhorabuena. Gracias a la 18ª edición del Festival de Málaga Cine Español se respira cine en cada rincón de la ciudad malacitana y el séptimo arte se siente como un ente más vivo si cabe. La luz de los proyectores ha comenzado a iluminar las pantallas malagueñas y ha conseguido reunir, como cada año, a los más apasionados del sector, consiguiendo esa confluencia única que solo este tipo de eventos son capaces de despertar y favoreciendo que tanto aficionados, como críticos y profesionales de la industria puedan compartir un mismo espacio para intercambiar posturas y puntos de vista.

Como no podía ser de otra forma, nosotros estamos al pie del cañón, en primera linea de batalla, para contaros todo lo que ocurre y es digno de interés en la que ya es una de las citas clave para entender cuál es el presente y futuro más inmediato de nuestro celuloide. Entrevistas, seguimiento en tiempo real de las principales ruedas de prensa en redes sociales y crónicas como ésta serán la tónica habitual hasta que todo acabe el próximo domingo 26 de este mismo mes de abril, día en el que, por supuesto, también estaremos al tanto de quienes se conviertan en noticia y se postulen como los nombres propios de esta última edición del festival, haciéndose con algunas de las soñadas biznagas de oro y plata.

El certamen arrancó el pasado viernes 17 en medio de la habitual expectación y locura que siempre suscita la gala inaugural. Prensa y ciudadanos se arremolinaron en los aledaños del Teatro Cervantes para ver de cerca a muchos de sus actores y directores de cine favoritos. Por la alfombra roja desfilaron algunos de los protagonistas de esta edición, haciendo las delicias de los más curiosos. Entre ellos pudimos ver a Paco y María León, José Coronado, Javier Resines o al equipo responsable de Hablar, una película trufada de caras conocidas, que viene dirigida por Joaquín Oristrell y sirvió para dar el pistoletazo de salida al concurso una vez concluida la gala inaugural. Por entonces serían las 22:00 horas y lo que acontecía en la calle empezó a perder protagonismo para cedérselo a lo que ocurría en las salas de cine y prensa. El Festival de Málaga había arrancado y ahora era turno de ver y oír.

Joaquín Oristrell y miembros del equipo de 'Hablar' posan para la prensa. (Foto facilitada por la web oficial del festival)
Joaquín Oristrell y miembros del equipo de ‘Hablar’ posan para la prensa. (Foto facilitada por la web oficial del festival)

Sin duda, fue la mencionada obra de Joaquín Oristrell la que se convirtió en el centro de las miradas y comentarios en las primeras horas del festival. Nada extraño teniendo en cuenta el plantel de buenos actores que atesora y la arrolladora personalidad que posee. La propuesta viene envuelta en un halo de riesgo, experimentación y espíritu contestatario. Filmada en plano secuencia (con algún ligero retoque en posproducción según se adivina), Hablar es una extraña fusión entre el cine, el teatro e incluso el arte y ensayo que pretende en escasos 75 minutos diseccionar cuáles son los males sociales que nos oprimen y atormentan para clamar sus propios remedios a base de gritar (o incluso cantar) su propia apología ideológica. Oristrell habla de trampas y de soluciones. De heridas y vendajes. De víctimas y verdugos. Y mientras lo hace, ríe, se enfurruña o se pone filosófico y profundo hasta intentar que el espectador entre por fuerza por la vereda ideológica que propone. El resultado es un torbellino extraño de rabia e ironías, una obra histriónica y algo desquiciada que puede convertirse en desesperante si el espectador no está dispuesto a que nadie le venga a lavar el cerebro indiscriminadamente. Todo un asalto a las convenciones formales del cine que quizás peca de sobrarse con un discurso político algo demagogo e incluso manipulador. O lo que viene a ser lo mismo, una de esas obras que seguro va a despertar reacciones muy opuestas y viscerales (podemos dar fe de ello en nuestra propia redacción). Es lógico, por tanto, que una obra de estas características cope, como habíamos señalado, el mayor número de comentarios y reflexiones del primer día de festival. Aunque en medio del revuelo de la alfombra roja y la producción dirigida por Oristrell hubo lugar para más cine, pues pudimos ver algunos de los cortometrajes a concurso en la sección oficial y los primeros de los documentales que el certamen proyectará.

Más tarde, ya entrada la medianoche, el primer día de festival se acababa y prometía una intensa semana de cine, algo que el sábado terminó de confirmar con cintas tan interesantes como Los héroes del malLa deuda (Oliver’s Deal) o Todos tus secretos, películas que igualmente tuvimos el placer de disfrutar.

Zoe Berriatúa durante la rueda de prensa (Foto facilitada por la web oficial del festival)
Zoe Berriatúa durante la rueda de prensa (Foto facilitada por la web oficial del festival)

En la mañana del sábado se proyectaron dos de las obras a concurso en la sección oficial del certamen en condición de pase de prensa. La primera de ellas fue Los héroes del mal (2015), una descarnada historia sobre tres adolescentes que deciden enfrentarse a la violencia de sus compañeros de clase y empleando la misma doctrina. El conflicto moral y los problemas que surgen en un entorno agresivo y difícil, típico de nuestros días, son el contexto y trasfondo de una producción que destaca por sacar a la luz a tres jóvenes y desconocidos actores que además de ejecutar un trabajo llamativo, aportan savia nueva al panorama de nuestro cine. Toda una sorpresa en el panorama nacional, que sin embargo peca de las irregularidades típicas de las obras tempranas de cualquier realizador. Una dirección en ocasiones errante y un guión demasiado exagerado no dejan que despunte un trabajo que por lo general es correcto y puntualmente loable. Como curiosidad, ya en rueda de prensa, Zoe nos contaba que el proyecto «estuvo gestándose durante 10 años» y que la clave para que todo se llevase a cabo residía en dar con unos buenos actores que encarnasen a los protagonistas; de hecho Zoe comentaba que «Álex de la Iglesia creía que no podría encontrar actores para esos personajes». Pero como pudimos descubrir tras el visionado de la cinta, sin duda acertaron al cerrar el joven plantel protagonista, pues estos componen los principales pilares y atractivos de una obra que, en palabras de su propio autor «no pretende ser una explicación tendenciosa de la violencia» sino más bien pretende centrarse en «la paradoja moral que supone usar el mal contra el mal» y el propio aliciente que ya supone en sí mismo el «descubrimiento de la vida adulta y el choque que ello supone».

Rueda de prensa de los responsables de 'La deuda' (Foto facilitada por la web oficial del festival).
Rueda de prensa de los responsables de ‘La deuda’ (Foto facilitada por la web oficial del festival).

La violencia y los conflictos adolescentes dieron paso a la coproducción hispano-norteamericana dirigida por Barney Elliott y liderada en las actuaciones por Stephen Dorff y Alberto Ammann, La deuda (Oliver’s Deal, 2015)  La propuesta del estadounidense es un thriller de trasfondo político y social que nos habla sobre un ambicioso hombre de negocios que decide aprovechar la oportunidad de su vida y decide cumplirla al precio que sea. Las nefastas consecuencias que frecuentemente tienen las ambiciosas acciones de algunos lobbys de poder sobre los recursos económicos y sociales de cualquier país y el desequilibrio entre ricos y pobres toman importancia en una historia que también habla sobre los límites morales y la fragilidad de la lealtad. Una obra que, a pesar de ser sólida y demostrar una dirección férrea, peca de cierta lentitud en alguno de sus tramos y puede saber a déjà vu en un contexto social tan sobresaturado de información similar. Así pues, podemos hablar de disparidad de opiniones en cuanto a la acogida de la misma por parte del público, aunque nunca lejos de la corrección. Aunque,eso sí, los aplausos resonaron durante el pase de prensa una vez los títulos de crédito aparecieron en pantalla. Carlos Bardem, uno de los protagonistas de la cinta, ya nos señalaba la que quizás es la intencionalidad primaria de la película: «el cine, como cultura debe plantear preguntas y agitar la conciencia de la gente». La deuda lo consigue, remueve al espectador e invita a la reflexión, aunque quizás un poco más de brío le hubiera venido bien a la hora de sumar puntos.

Parte del equipo de 'Todos tus secretos' posa en el Photocall (Foto facilitada por la web oficial del festival).
Parte del equipo de ‘Todos tus secretos’ posa en el Photocall (Foto facilitada por la web oficial del festival).

Una vez finalizados los pases de prensa matinales, el resto de lo que quedaba del sábado ofreció algunas propuestas interesantes; entre ellas nosotros asistimos a la cita que Manuel Bartual nos proponía con Todos tus secretos en las salas del hermoso cine Albéniz (el cual está situado en medio de un entorno privilegiado). Concebida en principio como una #Littlesecretfilm más, la obra de Bartual se salta las convenciones del manifiesto para poder cumplir con las exigencias que la originalidad de la misma requería; se rodó en seis días y trangredió las fronteras de internet para aterrizar en festivales y salas de cine. Además, se asienta en un trabajo de guión más elaborado de lo que se supone que debe ser un proyecto adscrito a ese movimiento de cineastas.

Rodada exclusivamente con webcams y tomando el plano multipantalla como dogma, la película nos sitúa en una particular fiesta de cumpleaños que da lugar a una serie de filtraciones de las intimidades y secretos de un grupo de amigos. Pero el aliciente de Todos tus secretos va más allá de su original formato y su intriga, pues también ofrece un puñado de jóvenes actores que seguramente van a convertirse en habituales de nuestro cine en los próximos años, entre ellos, por ejemplo, aparece Ingrid García Jonsson, a quien, por cierto, tuvimos la oportunidad de entrevistar para llevaros sus palabras en una publicación que próximamente verá la luz.

Aunque todo esto es, sin duda, una pequeña parte de lo que ofrece el 18 Festival de Málaga Cine Español. El crisol de opciones que ofrece es tan completo que difícilmente se resume en la extensión de una simple crónica. Lo mejor es dejarse caer por las calles de la ciudad para hacerse a la idea de la dimensión del certamen. Los que no puedan hacerlo, que no se preocupen, pues seguiremos trabajando para llevarles toda la información a su casa a través de nuestra web. Todo lo que depare el resto de días, ya sea entre bambalinas o en la calle, todo… lo podrás leer aquí, donde cabe todo el cine.

 

 

 

 

 

 

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